sábado, 6 de febrero de 2010

18

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar a digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseros, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto. Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejarnos los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando. Llorar como un cacuy, como un cocodrilo ... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

1 comentario:

  1. Te acordaaaaaas de eso? Tengo re patente a la Bosqui leyendo eso blda :P

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